El fertilizante con basalto sirve principalmente para reavivar la vida microbiana de una tierra, mejorando la función clorofílica y el estado en general de los cultivos o plantas. Es rico en magnesio, calcio y hierro, perfecto para mejorar la tierra. Si es para huerta, extensivos, pastos o incluso un jardín, solo cambia la cantidad que aportaremos, entre 100 y 300 gr por m2 según la intensidad del cultivo, lo aplicaremos a voleo y preferiblemente en noviembre.
Para cultivo en horticultura, fruticultura, silvicultura o incluso en macetas aplicaremos el basalto a puñados, al fondo del surco, un puñadito por planta, varios si es un árbol que queremos ayudar a enraizar. También podemos optar por aplicarlo en el compost, a razón de 10 a 15 kg por m3 si es polvo fino o 20-30 kg si es más grueso.
Para la viña y los frutales los efectos son muy interesantes. Con ayuda de una herramienta y con cuidado de no dañar las raíces del árbol perforaremos bajo el perímetro de la copa unos agujeros de 20-30 cm de profundidad y de 5-10 cm de diámetro y pondremos basalto grueso. En la viña, en las calles o a 30 cm del pie, haremos pequeños surcos de 5-6 cm de profundidad para introducir polvo de basalto.
En ganadería se emplea para espolvorear en la cama del ganado y así enriquecer posteriormente el compost (reducirá el olor y evitará pérdidas en nitrógeno), o bien, como complemento mineral en las raciones dadas a los animales.
Algunas empresas de Ecominerales fabrica un fertilizante 100% natural y libre de químicos compuesto de harina de roca micronizada y humus de lombriz. Usando basalto micronizado y no otro tipo de roca volcánica de inferior calidad. En ocasiones, estas combinaciones pueden aportar más de 70 minerales y oligoelementos que suponen un salto de calidad en cualquier cultivo. Una de sus principales características es la de regenerar y formar suelo de cultivo, recuperándolo de décadas de agricultura convencional química.
Rocas ígneas
El basalto es una roca ígnea volcánica que se forma cuando el magma se enfría y solidifica. Existen dos tipos de rocas ígneas, las plutónicas o intrusivas que se producen cuando el enfriamiento se produce lentamente bajo la superficie, y las volcánicas o efusivas, que se producen cuando el enfriamiento se produce rápidamente sobre la superficie.
Ejemplos de roca ígnea plutónica son el granito, pórfido, ofita, diabasa, gabro y diorita
Ejemplos de roca ígnea volcánica son la andesita, basalto, riolita y dacita
Por tanto, es un error, llamar basalto a cualquier tipo de roca ígnea volcánica. El fraude más común en la «harina de roca», es el de ofertar harina de roca de basalto y ofrecer, ofita, porfido o puzolana, por esta razón es muy importante solicitar el ensayo de identificación del material, para poder verificar que la roca es verdaderamente basalto. El basalto es la roca volcánica que presenta un complejo mineralógico más amplio y adecuado para su uso en agricultura.
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