La industria de impresión 3D con basalto se aplicará en las viviendas y habitats que se pretenden construir en Marte para la futura base terrícola en ese planeta.
Un estudio divulgado por Nature sugiere que las rocas de basalto de la superficie de Marte pueden almacenar más agua que las de la Tierra y eso podría explicar la ausencia de este elemento de la capa superior del planeta.
La impresión 3D en Marte ya se ha testado a pequeña escala, es la misma empresa que la NASA ha dado a conocer como ganadora del concurso que publicó hace algunos meses para imprimir habitats en 3D para el planeta rojo. Mientras esto se hace realidad la innovadora empresa espera poder comenzar creando habitats también en la Tierra.
Una vivienda impresa en 3D para habitar en Marte
El concurso Habitat Challenge anunciado or la NASA para desarrollar hábitats en el espacio, y de las 60 propuestas, uno de los más destacados fue el proyecto MARSHA (Mars Habitat) creado por la compañía neoyorkina AI Spacefactory, que desarrolló una vivienda impresa en 3D para habitar en Marte. Esta propuesta ganó frente al resto de proyectos al considerarse que cumple los requisitos que debería tener una hipotética vivienda en el planeta Marte: facilidad de construcción, resistencia y perdurabilidad.
El “3D-Printed Habitat Challenge” desarrollado por la NASA se creó en 2014, con el fin de promover el desarrollo de refugios sostenibles creados con materiales de cada lugar, y con posibilidades de desarrollo fuera de la Tierra. Con estas propuestas se espera que proyectos como la aldea lunar sea una posibilidad en 2030.
La propuesta de la estructura vertical impresa en 3D puede levantarse en menos de 30 horas y está fabricada con material biodegradable. Es una estructura cilíndrica sin cúpulas que suelen emplearse en los hipotéticos habitáculos marcianos, haciendo de esta respuesta un alternativa menos costosa y más adaptable a las condiciones de la superficie de Marte.
Se construye de forma autónoma mediante un brazo telescópico vertical conectado a un «rover» estacionario durante todo el proceso de impresión en 3D. Su diseño permite ahorrar costes, ya que puede levantarse directamente en el suelo del planeta con materiales que pueden conseguirse con facilidad en Marte.
Unas escaleras dan acceso a las distintas estancias del edificio. El prototipo incluye además ventanas en cada planta que permiten una vista de 360 grados a la superficie del entorno, aportan luminosidad durante todo el día, facilitando a sus ocupantes unas condiciones de habitabilidad similares a las que podrían experimentar en la Tierra.
El interior de la vivienda permite crear compartimentos adaptados a todas las necesidades humanas. Por ejemplo una pequeña oficina que comparta espacio con una cocina. Las dimensiones del edificio dan cabida a varias plantas ideadas para múltiples usos.
El desarrollo de IA Spacefactory espera poder desarrollar construcciones utilizando los materiales existentes en la superficie del planeta rojo. Con la utilización de las tecnologías 3D y aprovechando los materiales in situ (ISRU), el equipo está formulando una mezcla innovadora de biotrastic (ácido poliláctico o PLA, polímero biodegradable) y procesada a partir de plantas cultivadas en Marte. Lo cual evitaría tener que llevar materiales desde la Tierra y fomentará un desarrollo más sostenible.
Uno de los aspectos destacados de la vivienda impresa en 3D es su diseño, una forma cilíndrica que busca optimizar el espacio y la seguridad consiguiendo una mejora en la presión atmosférica interna y el estrés estructural. Para aislar la contracción natural causada por los cambios extremos de temperatura MARSHA utiliza un sistema de doble capa que separa en exterior del área habitable.
El interior de la vivienda deberá tener una atmósfera única que fomente la movilidad. Intenta concretar todos los niveles de la vivienda impresa en 3D con luz natural difusa, agregando con esto dimensiones a la estructura que a su vez dan mayor energía la vida diaria de los habitantes y hacer más dinámica la idea de habitar en Marte. Promueve el desarrollo en hábitats centrados en el ser humano, a pesar de que las necesidades ambientales en Marte sean completamente diferentes. MARSHA tienen como objetivo integrar características humanas conocidas en una estructura alienígena.
La estructura contará con un espacio de 34 metros cuadrados con un laboratorio y una cocina. Además, incluirá diferentes niveles, en los que se podrán encontrar centros de saneamiento y un jardín hidropónico, así como un centro de recreación y ejercicio físico.
Un diseño ideado al suelo marciano que necesita de una estructura optimizada que pueda soportar la presión atmosférica, las tensiones estructurales y la radiación solar, además de generar una huella ecológica mínima.
Viviendas con doble capa es una de las innovaciones más destacables aplicar en su estructura un doble revestimiento, ideado para aislar los espacios habitables de la expansión y contracción producidas como consecuencia del brusco cambio de temperatura de la superficie del planeta Marte.
La organización valoró especialmente el proceso de automatización en su construcción, permitiendo completarse en unas 30 horas sin la intervención de un equipo humano, así como su composición: un compuesto formado por un biopolímero de basalto, un material reciclable y biodegradable que puede conseguirse fácilmente en terreno marciano. El material superó las pruebas de presión, resistencia e impacto impuestas por la organización, consiguiendo una nota muy superior a las de sus competidores.
La idea de poder habitar en Marte es aún un sueño, pero no cabe duda que la impresión 3D será uno de los grandes aliados para conquistar el espacio exterior y permitirá cumplir una de las grandes metas de la humanidad, conocer otros planetas.
